«Colpensiones me está matando»: desesperado llamado de extrabajador de Drummond en Valledupar

Orlando Castellar Ávila, extrabajador de la multinacional Drummond, protagonizó una protesta pacífica en las instalaciones de Colpensiones en Valledupar. Asegura estar cansado de esperar. “Colpensiones me está matando a mí y a mis hijos”, expresó con voz entrecortada, visiblemente afectado por la crítica situación que enfrenta desde hace más de cinco años, cuando su proceso pensional entró en un laberinto institucional sin salida.
Castellar padece diabetes, fue operado a corazón abierto y sufre de enfermedades coronarias, espondiloartrosis degenerativa, hernias en la columna, síndrome del túnel carpiano, entre otras patologías que han deteriorado su salud. A esto se suma un diagnóstico psiquiátrico: trastorno del sueño, causado, según relata, por la constante angustia de no saber cómo alimentar y proteger a sus tres hijos menores de edad. Uno de ellos, de cinco años, tiene autismo y actualmente no está escolarizado, debido a la falta de recursos económicos.
“No tenemos qué comer. Vivimos cinco personas en un cuarto de 3,5 metros por 5. Mis hijos no van al colegio porque no hay para el transporte, les hacen bullying, dicen que viven en un basurero”, expreso triste. Desde hace casi cuatro años, la familia no cuenta con una vivienda digna y ha tenido que mudarse de casa en casa, buscando refugio entre conocidos.
Durante su intervención, Castellar recordó que trabajó durante ocho años como operador de camión minero y equipos de apoyo en la mina de Drummond, tiempo durante el cual cotizó legalmente la pensión. Luego de enfrentar múltiples enfermedades, fue pensionado por invalidez, pero Colpensiones, según afirma, le suspendió el pago sin explicación clara.
“He ganado en primera y segunda instancia y ahora están en revisión. Me han calificado dos veces y las dos fallaron a mi favor, pero siguen negándome todo. Me tratan como a un delincuente, como si yo fuera un estafador”. Expreso Castellar.
A pesar de las múltiples gestiones legales y médicas que ha adelantado, Castellar asegura sentirse ignorado por la institución. Dice que ha entregado todos los documentos requeridos, ha pasado por valoraciones médicas y sentencias judiciales que respaldan su caso, pero aún así, no recibe solución.
La protesta de Orlando Castellar, encadenado en las instalaciones de la entidad, busca llamar la atención del país sobre lo que considera una grave negligencia estatal. En medio de su desesperación, hace un llamado urgente a las autoridades para que su caso no quede en el olvido y se garantice el derecho a una vida digna para él y sus hijos.
