Víctimas y comparecientes del conflicto en el Cesar se reencuentran en un acto de verdad y memoria

En una jornada cargada de simbolismo, verdad y dignificación, nueve familias víctimas de ejecuciones extrajudiciales, conocidas como ‘falsos positivos’, y quince comparecientes de la fuerza pública se dieron cita este martes en Valledupar, como parte del cierre del proceso restaurativo “Diálogos que restauran”, liderado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) en articulación con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Durante más de ocho meses, víctimas y comparecientes recorrieron un camino de encuentros, escucha y reconstrucción de la verdad. El acto público marcó la culminación de este proceso, en el que los comparecientes, no considerados máximos responsables, reconocieron su participación en los hechos y dignificaron la memoria de quienes fueron presentados injustamente como guerrilleros dados de baja en combate.
“Mi hermano es Nelson Enrique Romo Romero. Esto es un avance, pero aún falta verdad. Lo que buscamos es limpiar el nombre de todas las víctimas. Esta es una verdad que duele, que por mucho que lo reconozcan no nos lo devolverá, pero al menos quedará claro quién era en realidad”, expresó María Romo Romero, hermana de una de las víctimas, asesinado el 25 de mayo de 2003 mientras pescaba junto a dos amigos.
Durante el acto, los asistentes recorrieron una exposición de memoria que recoge los testimonios, fotografías y relatos de las víctimas. Para Alejandra Miller, directora de la ARN, este cierre representa un paso clave hacia la reconstrucción del tejido social:“Este proceso involucró a 15 comparecientes y 9 víctimas, trabajamos con acompañamiento psicosocial, en un camino basado en la verdad, el reconocimiento del daño y la responsabilidad. Esta exposición busca precisamente contarle a la sociedad lo que pasó, para que no se repita.”
Por su parte, el magistrado de la JEP, José Miller Hormiga, destacó la dimensión simbólica del encuentro:
“La justicia restaurativa tiene varios componentes, y uno de ellos es la reparación simbólica e inmaterial. Este espacio busca que las víctimas se sientan reparadas a través del diálogo y el reconocimiento. Por eso es fundamental en el marco de los compromisos de los comparecientes con la justicia transicional.”
“Diálogos que restauran” es una apuesta por la paz, la dignidad y la no repetición. Una muestra de que la verdad compartida puede ser el primer paso hacia la sanación colectiva.
