Familiares piden justicia y oraciones por víctimas de ataque con gasolina en Gamarra”
Un brutal ataque con gasolina dejó a dos personas gravemente heridas en la zona rural de Gamarra, Cesar, específicamente en la vereda El Progreso, entre los corregimientos de Palenquillo y La Estación. El incidente ocurrió el sábado 16 de agosto, cuando María Alejandra Ortiz Cueva, de 27 años, y Luis Fernando Bohórquez Pabón, de 44 años, fueron atacados presuntamente por la exesposa de Bohórquez, Yeinit Lisela Acosta Lozano, quien habría rociado gasolina sobre ellos mientras se encontraban en una habitación de una finca.
Según testimonios, la agresora habría iniciado el ataque rociando el líquido inflamable dentro de la habitación, lo que desató un incendio. Al intentar huir, Acosta Lozano, en un acto de furia, volvió a rociarles más gasolina, lo que provocó que ambos sufrieran graves quemaduras. María Alejandra, quien sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 95% de su cuerpo, se encuentra en estado crítico y lucha por su vida en el Hospital Internacional de Colombia (HIC) en Piedecuesta, Santander. Luis Fernando Bohórquez, quien presenta quemaduras en aproximadamente el 44% de su cuerpo, también fue llevado a la misma institución médica para recibir tratamiento especializado.
Los habitantes de la zona actuaron rápidamente y auxiliaron a la pareja, llevándolos a la Clínica Especializada María Auxiliadora en Aguachica, y de ahí, debido a la gravedad de las lesiones, fueron trasladados a Bucaramanga.
El ataque, presuntamente motivado por celos, ha conmocionado a la comunidad, que ahora clama por justicia. La que habría agredido, Yeinit Lisela Acosta, fue capturada por las autoridades y presentada ante la Fiscalía General de la Nación, donde se le imputó el delito de tentativa de homicidio. A pesar de la gravedad de los hechos, Acosta Lozano fue dejada en libertad mientras continúa el proceso judicial.
Familiares y allegados de las víctimas han solicitado a la comunidad que se unan en cadenas de oración por la pronta recuperación de los afectados, especialmente por María Alejandra, cuya situación es sumamente delicada.
Este lamentable suceso destaca una vez más la violencia extrema que aún persiste en muchas regiones del país, y la urgencia de seguir trabajando para erradicar este tipo de actos de barbarie.