“Soñaba con ser policía”: joven de 16 años murió en medio de una riña en Valledupar
Un joven de 16 años perdió la vida tras resultar herido con arma de fuego en medio de una riña ocurrida la noche de este miércoles entre las torres Nando Marín y el conjunto Leandro Díaz, en Valledupar
El menor, identificado como Jainer Alfonso Robles Agudelo, fue trasladado inicialmente a varias clínicas de la ciudad y finalmente falleció en la madrugada de este jueves debido a la gravedad de la herida.
Su madre, Xiomara Agudelo, aseguró que el adolescente no tenía nada que ver con la confrontación y que se encontraba compartiendo con dos amigas en una panadería del sector cuando ocurrió el hecho.
“Mi hijo no estaba en la riña, él estaba en la panadería con dos muchachas y cuando vieron la pelea se pararon a mirar. Dicen que en medio de la trifulca alguien disparó y mi hijo cayó al suelo. Quiero que se haga justicia porque él no era un pandillero ni un delincuente. Soñaba con cumplir la mayoría de edad para entrar a la Policía Nacional”, expresó la madre entre lágrimas.
La víctima había culminado recientemente el bachillerato y planeaba iniciar un curso de reparación de celulares, mientras esperaba cumplir los 18 años.
La Policía Metropolitana de Valledupar informó que gracias a labores de patrullaje y vecindario se logró la captura de Carlos Torres, de 24 años, señalado como el presunto responsable del homicidio.
El coronel Alex Durán, comandante de la institución, destacó la rápida reacción de los uniformados y rechazó el hecho de violencia.
“Este caso nos duele profundamente. Rechazamos cualquier forma de violencia y seguiremos trabajando de manera decidida para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia”, afirmó el oficial.
El detenido, quien presenta anotaciones judiciales por lesiones personales, concierto para delinquir, porte ilegal de armas y hurto calificado, fue puesto a disposición de la Fiscalía por el delito de homicidio.
La familia y allegados del joven piden que la muerte no quede en la impunidad y que se reconozca que era un muchacho solidario, con sueños y proyectos de vida.
“Mi hijo no era consumidor, ni ladrón, ni pandillero. Era una persona noble que ayudaba a los demás. No quiero que su muerte quede impune”, insistió su madre.